Los pacientes que sufren osteoporosis llegan al sistema sanitario por distintas vías que involucran a múltiples especialidades: Medicina de Familia, Traumatología, Reumatología, Endocrinología, Medicina Interna, Geriatría y Rehabilitación. Es, por tanto, una patología muy transversal que implica a un gran número de profesionales.
Sin embargo, la Medicina de Familia juega un papel primordial: por una parte, al ser una patología tan prevalente, corresponde al médico de familia identificar los factores de riesgo que puede tener un paciente para desarrollar la enfermedad e iniciar el proceso diagnóstico básico (densitometría, radiografías) y tratamiento. Por otra parte, en pacientes que ya tienen osteoporosis establecida (fracturas por fragilidad) y que han sido atendidos en asistencia especializada (Urgencias, Traumatología, Reumatología...), el médico de familia tiene un papel central en la coordinación entre especialidades, monitorización del tratamiento y seguimiento a largo plazo de los pacientes.
De ahí la necesidad de este curso formativo, dirigido a médicos de familia, que les permitirá tener unos conocimientos básicos de la patología, su diagnóstico y tratamiento basado en la estratificación del riesgo de fractura.